sábado, 31 de diciembre de 2011

Nuevo año, punto y seguido de la vida.

Sí, la vida es así. Un año viene y el otro se va. La gente crece, madura, muere, nace, revive,... Podrán pasar los años que hagan falta, pero en esta vida, las personas siempre aprenderán algo nuevo. Todo se simplifica en obstáculos. Aprender a vivir con lo que hay, y desaprender de lo prescindible.

Canto de llantos olvidados.

Fue tan fácil como la vida misma, que el acorde de mi guitarra hiciese de su melódico sonido, un llanto. En alguna parte de mi cuerpo, la melancolía le gana partido a todo lo bueno. No tengo para expresarme, más que una guitarra vieja, abandonada desde hace años en un rincón del más frío olvido, y una partitura que, aunque confunde sus claves de sol con melódicas alegrías pasadas, son en realidad, augurios de lágrimas perdidas vanamente.


domingo, 25 de diciembre de 2011

Fumo y olvido

Penas, melancolía, problemas, preocupaciones,... todo ello se condensa en el humo de cada cigarrillo que me ayuda a sacarlo todo fuera. Estado de bienestar, o al menos eso parece. La fiesta hace de mi cabeza un elemento fácil de manejar, me dejo llevar por la música de la discoteca. No existe ningún tipo de remordimiento, ni siquiera estoy segura de que haya algo de culpa.

Feliz Navidad...

Ha pasado el tiempo, la Navidad llegó, y mi regalo más deseado es que tú estuvieras aquí...



lunes, 19 de diciembre de 2011

Preguntas sin respuesta.

He paseado mil y una veces entre estas calles solitarias buscando respuestas a las preguntas, la soledad se arrincona en los huecos de este corazón. Intento darle tiempo al tiempo, por si necesita algo de ayuda entre cada pausa. El silencio se convierte de nuevo en mi amigo, compañero de batallas perdidas y ganadas, intentadas; y vuelta a empezar, la guerra no acaba.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Don´t remember the girl with the broken smile.

Llega el puto invierno, y con él los días de lluvia, el frío, la niebla,...
Pero después de todo no se está tan mal escondida entre las sombras. En algún momento desearías estar ausente, desaparecer. Caminando por la calle, entre el tráfico de la ciudad, escuchas una de tus canciones favoritas que te recuerda que todo en la vida sucede por algo, todo tiene un porqué. Has perdido mucho, pero también has ganado mucho. Tus manos están congeladas pero no te importa. Piensas que está bien sentir algo de frío, y que ese frío llegue a tu alma. Para no poder volver a recordar, para olvidar, para demostrarte que es mejor reflexionar en silencio.

Puede que aún quede algo de ti en mí.

Como si fuera verdad que te puedo olvidar en momentos determinados. Todo acabó en su momento, pero el tiempo aún no me ha hecho olvidarte.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Hola, soy tu moral. Quería decirte que me voy por un tiempo...

Es extraño. Hace escasas horas pensaba que nadie podría hundirme, pensaba que ya estaba demasiado abajo como para bajar más de este nivel. Pero, me demostraron que nunca estás lo suficientemente abajo. Nunca consigues hacer lo suficiente como para salvarte de este pensamiento extraño que te acompaña en cada momento, y te recuerda que no eres nada en esta vida, nada más que uno más. Un bulto.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Je cours

Ya está, acabo de nacer. No sé adónde voy, ni dónde estoy. Pero todos quieren estar aquí. En algún lugar allí en la vida... y yo quiero esa vida, quiero meter mi pie en ella.
Pero solo mi alma tiene ese acceso, así que lo sé; no tengo ninguno de esos objetos que hacen que el hombre tenga ese acceso.
Soy más ligero que el "Padre", y tomo el vuelo rozando el suelo donde quedan pegadas mis cuatro patas. shhh (silencio).
De repente, estos vampiros cantan que un alma sabe que estará ausente. Plantea la muerte.
Harto de vivir, pero mis ganas de vida y estadísticas (cálculos/ cifras) siguen.
Entonces me emborracho de pensamientos matizados y de canciones para los sentidos.
Y ya no sé sobre que pie bailo, así que me voy. No, stop. Me voy, tarde como siempre, es por eso que corro. Escuchando esos cantos yo corro. Mientras sigo pensando y corro. Sigo pensando. Sigo... de neurona en neurona, de metro en metro. La gente roza el contenido, pero necesitaré más de un tiempo para saciar el hambre de los tímpanos de la gente. Porque nos comen borrachos, locos, o jodidos o en salsa. Se comen el aire y dejan el sonido pues me da miedo este público. No le tengo miedo a la muerte, pero sí al olvido. "Está bien lo que has hecho y lo que retienen de ti". Pero sobre todo lo que no tenías, además yo no tengo suerte.
Así que menos mal que yo no ambiciono la fuente de la riqueza. Porque eso será sin mi consentimiento, pues yo enredaría los billetes con mi mala suerte. 
Es por eso que me gustaría ser cerdo, león o un hombre y vivir sin remordimientos, o estar muerto.
Pero es superior a mí, y como no me gusta el "hombre" me quedo fuera de mí mismo. Siempre estoy fuera pero sigo en el sitio. Hasta mis pensamientos vuelan y se sobrepasan.
Muy pocos quieren verme en la Luna. Pero yo vuelvo a menudo a la Luna porque quiero que ellos se reúnan allí conmigo. En vez de pasar el tiempo alimentándome, huyo. Soy pensamiento antes de morir. Corro. Escuchando esos cantos, yo corro. Mientras sigo pensando, y corro. Sigo pensando...

Nada más

Maldita melodía que envenena todos mis sentidos. Te quiero pero te odio. Volvemos al juego de siempre; con golpes, mentiras, engaños, falsas promesas y algo de rabia. Pero el amor que hay entre todo esto, equilibra cualquier arrogancia, cada estupidez que sale de tu boca y termina con un suspiro y el volteo de tu cabeza. De nuevo al principio, me limito a mirarte desde una esquina, de una forma totalmente sentimental, tratando de entenderte. Te miro y no veo más que mentiras, pero también siento pena. En el fondo...
Todo se resume a eso. Melancolía, tristeza, euforia, histeria, afecto... y algo de locura que guardo por ti. Te amo, no lo olvides.



martes, 6 de diciembre de 2011

Cuestión de estilos.

+Si hubiera sabido que ibas a cambiar tanto y que acabarías siendo así no me hubiese ido.
-¿Por qué lo dices?
+¿Qué por qué lo digo? ¿acaso te has visto? has cambiado tu estilo, y cada vez que lo haces mejoras.
-Entonces, ¿solo te importa ver lo bien o lo mal que visto o lo mucho o poco que me preparo para salir?
+No es solo eso. Pero mírate, estás guapísima. El nuevo estilo te sienta mucho mejor.
-¿Y tú? mírate. No has cambiado nada. Sigues siendo el mismo gilipollas que conocí. Igual de superficial, igual de prepotente.

Pensé que era mi vida, mas bien fue una rutina.

Aún puedo contemplar sus ojos brillando en la oscuridad. Recuerdo cada movimiento y cada gesto. Pero poco a poco voy olvidando la sensación de tocar su pelo, de sentir sus abrazos, de estar junto a él.
Lo que un día parecía tan claro, ya no lo es. El tren se marchó con mi vida dentro. Aunque más que vida, parecía rutina.