domingo, 5 de mayo de 2013

Consumiéndonos como velas, como recuerdos.

Nos pasamos la mayor parte del tiempo gastando el tiempo que nos queda. Hay un momento de nuestras vidas en el que paramos ante todo este desorden mundial y cuando miramos al pasado nos parece imposible lo rápido que consumimos la vida, como un cigarro. a grandes caladas nos esfumamos nosotros con ella. ¿Quién no ha querido volver hacia atrás alguna vez? En ocasiones el pasado es duro y siempre nos dicen que no vale la pena mirar al pasado, que nuestro camino solo va hacia delante. Pero creo que se equivocan. Hay que vivir el presente, pensar en el futuro y aprender constantemente del pasado. Después de todo, al final del camino lo único que quedará serán los recuerdos. Porque todo futuro acaba convirtiéndose en pasado.

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