martes, 3 de enero de 2012

Tu recuerdo cobró forma hasta dejarme sin sentido.

El tiempo pasa. La lluvia se acomoda en el cristal de mi ventana. Inconscientemente, escribo tu nombre con mi dedo en el empañamiento. Los recuerdos afloran de nuevo en mi cabeza, convirtiéndose en imágenes nítidas, tomando forma...
Recuerdo cada gesto, cada aspereza de tu pelo, cada mirada bañada por la luz de la noche...
Trato de convertir tu imagen en realidad, pero abro los ojos y vuelves a desaparecer. Supongo que fue parte del destino, supongo que estaba escrito que volvieras a atormentarme en sueños.

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