sábado, 3 de septiembre de 2011

No sé hablar de nada que no sea de él

Cuando la corona de la reina caiga, y mi vieja caja de música deje de sonar, habrá un sueño perdido, despertaré con los ojos bien abiertos. De momento, ya cayó la última gota que colmó este vaso de paciencia, no sé cómo puedo soportarlo más. No sé cómo aún puedo alimentar mis sueños de su recuerdo, hace tanto que se fue...
Me enferma tener que reconocer que todavía tienes algo de mí.

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