Existen miles de corazones dormidos, esperando a que
aparezca su media naranja. Las personas buenas no
resultan ser tan buenas, y las malas, no resultan ser tan
malas. La vida sigue, las miradas se buscan, las palabras
acaban siendo pérdidas de aliento. Al fin y al cabo, las
cosas complicadas nacen de cosas simples, y las cosas
simples de cosas complicadas. Seguirá naciendo gente,
pero también seguirán muriendo. Y no hay peor muerte,
que la muerte en vida. Y no hay mejor vida que la del
paraíso, pero, ¿existe de verdad el paraíso?. O quizá, al
igual que muchas cosas en las que creemos, resulta ser
una invención, un producto de la imaginación de una
cabeza loca, y de sus cuantos seguidores. Aunque puede
que las mejores cosas que se han descubierto en esta vida
vienen dadas a verdaderas locuras, a personas que algún
día decidieron replantearse la cuestión de la verdadera vida.
No hay varias cuestiones ni varias respuestas sobre un
tema. Existe una pregunta principal, y la que cada persona
cree que es la respuesta correcta, lo será. Una idea no tiene
porqué ser totalmente errónea, solo que carece de cierta
información que le de forma, que le de la posibilidad de ser
cierta.
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