Las cosas no son como uno imagina.

Hola, ahí está él. Tan perfecto como siempre. Mirándome. Empapado. En la playa. Con ropa. Junto a mí. Solo somos amigos. Y ya está.

Tiembla mi alma.

Tan solo era una muñeca de porcelana. Presa de la distancia, condenada por el dolor de perderte. Manipulada y manipulable por todo y por todos. Caía, como las hojas caducas en otoño, mi alma desfallecida. Gritaba, por algún resquicio, mi vida.

Tratamos de volar aunque ni siquiera tenemos alas.

Jugamos a ser águilas,

aunque no llegábamos a pájaros

pusimos de por medio la distancia

tratando de hacernos daño.

Ahora, el sol vuelve a brillar entre las nubes

porque por fin abrimos los ojos

y tu aire calmado,

a mis alas sacude.

A un hermano.

Hemos sufrido tanto

y tal fue el dolor

que no me acostumbro 

a tenerte de nuevo a mi lado.

Querido hermano, 

te he extrañado demasiado

en mis sueños te he anhelado 

y nadie conseguía calmar mi desasosiego.

Ahora, que gracias al tiempo,

te he recuperado

no pienso perderte por segunda vez

que sepas, amigo mío,

que jamás te olvidaré.

Wz#

¿Qué importa? Estás representando la misma función, solo que en escenarios diferentes. No creas que voy a morir por ti, yo no doy mi vida por nadie.
Pobre idiota, que una vez se creyó tus mentiras y tus historias. Qué ingenua ha sido la vida conmigo.

¿Y si nos mezclamos en esta fiesta?

Voy a beber hasta que no me sepa mi nombre. Y saldré a la calle a predicar lo bueno que era el tiempo pasado, cuando te tenía, cuando todo parecía más fácil, cuando parecía existir la felicidad.
Me dará igual gritar, al día siguiente con una resaca del copón... Tendrán que contarme cada detalle de todas las estupideces que haga, pero te repito, no serán las más graves. 
Peor es ir haciendo el tonto día a día.

¿Qué mas da? 
Abandonaría ahora mismo mi vida, me echaría al monte. Dejaría de ser tan mimada, y no pensaría tanto en comprar cosas nuevas para mi armario y para alimentar mi ego. 
Pararía mi superficialidad, y mis pocas ganas de vivir. Mi compañía sería el alcohol y la soledad. 
Y todo por dejarte ir. Todo por mi maldita costumbre de buscar culpables, de envenenarte con mi dosis de alter-ego egoísta.

Don´t jump.

Ahora es cuando viene el aire suplicante. Las excusas y los perdones. Cuando todo parece haber perdido su peso, aunque hayamos deseado incluso morir.
Y ahora, es cuando me encuentro en el borde del precipicio y tu voz me grita que no salte. Me suplicas que de un paso atrás, que vuelva contigo. Pero creo que todavía no te diste cuenta de lo mucho que me dañó a mí esta situación. Tanto que ya me da igual no tener las agallas suficientes, solo me conformaré con arrojarme a este vacío, a este silencio que no cesa, a esta irremediable lucha entre mi alma y mis ganas de vivir.

I´m losing my religion

Y aquí estás de nuevo, rompiéndome los esquemas. Haciéndome creer que eres diferente, que has cambiado, cuando todavía sigues siendo el mismo veneno de siemrpe. Todos te echan la culpa, puede que en parte la tengas. Pero yo no puedo hacerlo, no puedo hacer que cargues con todo esto, porque estabas allí cuando nadie quería ayudarme. Porque prometiste sacarme de casa y llevarme a un lugar donde seríamos felices. Porque después de todo te aprecio.
Porque yo sigo siendo la misma idiota que perdona lo imperdonable, que no tiene razones suficientes para conseguir alejarse de las personas que le importan, que trata de poner posibles soluciones a las cosas hasta que ya no queda nada de esperanza.

Hola, mundo.

Hola, le dices al mundo mientras te derrumbas.

¿Qué es mundo? Te preguntas sin cesar

no paras de cuestionarte

 mientras te desgasta, en silencio,

 la amarga soledad.

Escuchas una melodía 

dulce y a la vez amarga

recuerdas cuándo fue la última vez

que dejaste de creer en el día a día.

Proviene de afuera, 

una suave brisa a lavanda...

¿Acaso le dijiste adiós a la vida?

te pregunta tu conciencia

no puedes responderle

la tristeza te dejó demasiado aturdida.

Aquí contigo, hasta la muerte.

¿Qué te ha pasado? Cuéntame por qué estás así, amigo mío. Dime dónde se hundieron tus ilusiones y yo bucearé hasta encontrarlas y traerlas de nuevo a ti.
¿Qué fue lo que borró tu sonrisa? Últimamente parece que solo vives para llenar vasos vacíos con tus lágrimas. No puedo hacer que dejes de pensar en las razones que te dañan, pero sí puedo dividir el dolor y puedo hacer que desaparezca por un momento.

Sorry.

Como odio estar sin ti. 

Como odio mi ego 

y mis pocas ganas de vivir.

Siento que te estoy perdiendo poco a poco.

Prométeme que aunque me vaya 

siempre me recordarás,

y que tuviste la esperanza 

de nunca dejarme atrás.

Cómo te extraño, hermano,

dame una oportunidad.

Miss you.

El águila herida

al azul sereno voló

Nunca supo volver,

al lugar del que llegó.

Perdida, sin causa ni medida

buscaba un conselo

no supo defenderse de la víbora

y de su veneno.

Ahora ya no le quedan fuerzas para nada más

tan solo de hacerse a la idea

que jamás volverá a surcar el mar.

We are falling down.

Si caimos fue por descuido, por la ceguera que provocó la locura. Cuando me miraste parecías enojado, giraste la mirada y rompiste mi alma al irte sin decir si quiera adiós. Pasa el tiempo y yo sigo aquí, esperando a que vuelvas, todavía tengo la esperanza de que gires el manillar de esa puerta y me saludes.
Desde entonces me mata la distancia, me cuesta dormir por las noches. Si quieres saberlo, no hay día que  me despierte y no te eche de menos. Pensaba que nunca podría perderte, y por mi culpa eso mismo sucedió. Aunque no puedo decirte claramente quién tuvo más culpa de los dos. Tal vez esto fue una confusión. Hasta que no pase el tiempo, no sabremos cómo acabará esto. Solo quiero calmar mis dudas, solo quiero saber si te perderé para siempre o volveré a contar contigo en mi vida. Te echo de menos, hermano.