Hemos sufrido tanto
y tal fue el dolor
que no me acostumbro
a tenerte de nuevo a mi lado.
Querido hermano,
te he extrañado demasiado
en mis sueños te he anhelado
y nadie conseguía calmar mi desasosiego.
Ahora, que gracias al tiempo,
te he recuperado
no pienso perderte por segunda vez
que sepas, amigo mío,
que jamás te olvidaré.
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