domingo, 7 de octubre de 2012

We are falling down.

Si caimos fue por descuido, por la ceguera que provocó la locura. Cuando me miraste parecías enojado, giraste la mirada y rompiste mi alma al irte sin decir si quiera adiós. Pasa el tiempo y yo sigo aquí, esperando a que vuelvas, todavía tengo la esperanza de que gires el manillar de esa puerta y me saludes.
Desde entonces me mata la distancia, me cuesta dormir por las noches. Si quieres saberlo, no hay día que  me despierte y no te eche de menos. Pensaba que nunca podría perderte, y por mi culpa eso mismo sucedió. Aunque no puedo decirte claramente quién tuvo más culpa de los dos. Tal vez esto fue una confusión. Hasta que no pase el tiempo, no sabremos cómo acabará esto. Solo quiero calmar mis dudas, solo quiero saber si te perderé para siempre o volveré a contar contigo en mi vida. Te echo de menos, hermano.


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