A veces, sientes la necesidad de estar sola. A veces, tienes que desentonar con el mundo para estar contenta contigo misma. A veces, tienes que escapar de la rutina y romper las normas impuestas. Quieres seguir un camino, sola, bajo el cielo azul estrellado y mirando fijamente la Luna. No hay peligros, nadie puede verte, en esos instantes crees que la gente se olvidó de que existes. No está mal sentirse de vez en cuando un problema para la sociedad y desaparecer. No está mal sentarse en una piedra en medio del campo, escuchar música y sentir que es el fin de la tristeza, y el comienzo de tu felicidad. Que justo en ese segundo los problemas no existen, no hay nadie que pueda hacerte feliz, pero tampoco quien pueda dañarte. No está mal soñar con un mundo mejor. Y gritar. Gritar hasta que revienten tus pulmones, hasta quedarte sin aliento, hasta no reconocerte, hasta sentir que mueres...
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