Llega el puto invierno, y con él los días de lluvia, el frío, la niebla,...
Pero después de todo no se está tan mal escondida entre las sombras. En algún momento desearías estar ausente, desaparecer. Caminando por la calle, entre el tráfico de la ciudad, escuchas una de tus canciones favoritas que te recuerda que todo en la vida sucede por algo, todo tiene un porqué. Has perdido mucho, pero también has ganado mucho. Tus manos están congeladas pero no te importa. Piensas que está bien sentir algo de frío, y que ese frío llegue a tu alma. Para no poder volver a recordar, para olvidar, para demostrarte que es mejor reflexionar en silencio.
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