Cuando me siento derrotada, y mi alma ya no quiere seguir su camino. Cuando me cuesta levantarme porque todo mi mundo se me viene encima. Cuando las penas parecen multiplicarse sin razón. Cuando mi reflejo en el espejo solo deja ver la debilidad que llevo por dentro.
En todos estos momentos, es cuando miro hacia delante y te recuerdo. Recuerdo cada gesto, cada sonrisa y cada mirada. Tú eres la única luz al final del túnel. No existe fuerza más grande para hacerme seguir.
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