sábado, 25 de agosto de 2012

Un brindis por los amigos de verdad.

Por muy grande que sea la caída, siempre hay que saber levantarse.
Todo a vuelto a cambiar, solo porque ya no tengo una razón para levantarme por las mañanas con una sonrisa. Que estando con mis amigos siento vacío, cuando antes sentía que después de todo lo que vivía, me esperaba su mirada, el brillo de sus ojos reflejando los míos.
Pero, ¿sabes qué? tal vez sea mejor así. El destino no pone a las personas en tu camino solo para adornar, siempre están ahí para enseñarte algo nuevo. A base de golpes se aprende.
Y ahora te digo, sí que tengo una razón para levantarme cada mañana, solo que mi motivo ha cambiado. Ya no es él esa razón. Son mis amigos. Porque he aprendido, que novios hay muchos y en todas partes, pero los amigos de verdad son escasos, y hay que saber valorarlos como se merecen.

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