Puede ser. Lo confieso. Me estoy convirtiendo en una persona blanda. Mi ego se va por los suelos. Probablemente, tú eres el culpable. Es difícil hacer que la distancia no se convierta en vacío, para mí es como una droga tu imagen. Todos los días, a todas horas, siento una presencia. Me estoy volviendo loca, pero siento unas ganas terribles de abrazarte...
Y sé, que a lo mejor tú no sientes lo mismo, o al menos con menor insistencia. Pero tengo que decirlo, tu recuerdo me persigue.
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