Si estás mal acuérdate de que hay alguien pensando en ti, por muy lejos que esté.
Si necesitas verme cierra los ojos, siempre estaré ahí.
Y piensa, seguro que si te encuentras fuera de lugar te animaría con un buen abrazo.
Y recuerda cada momento bueno, cada momento gracioso, cada momento triste, cada momento en el que sentías que todo esto acababa, y date cuenta de que ahora somos más fuertes.
Corrige tus errores e intenta convertirlos en aciertos.
Por si acaso no eres capaz de ver la luz en alguna situación complicada, y te asaltan las dudas, recuerda, que para mí eres jodidamente perfecto.
Y sobretodo, algo muy importante, dale sentido a tu vida y disfrútala al máximo.
Sonríe, vale la pena ser feliz.
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