martes, 26 de julio de 2011

Acordarme alguna vez, de aquel verano que nunca vivimos, ese que ha estado en mis sueños. Cuando me derretía en la playa entre tus brazos, y susurrándome al oído me recordabas una vez más que me amabas. Cuando lo único que hacías era quererme, pero no hablabas, lo demostrabas. Con cada gesto, una indirecta.



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