Dulce poesía,
ya no siento como antes
el tiempo, ha consumido mi alegría
se han marchitado en mí las emociones.
Ando sin rumbo
en un mundo pleno de utopías.
Vagabundo, mi cuerpo en el océano
desesperado, busca la salida.
¿Dónde quedó mi vida?
la amargura no cesa
me siento presa
la frustración me acompaña
día a día.
Si lees esto, querido amigo
quiero que sepas,
que jamás quise hacerte daño.
Que yo también
he sido víctima de los problemas.
Pero ya no queda en mí
una pizca de esperanza.
Te echaré de menos en soledad
pediré perdón al silencio.
Es lo único que me queda
mis palabras serán tan solo
pérdidas de aliento.
Si lees esto, amigo mío,
quiero decirte,
que lo siento.