Dolce vita.

Es más fácil ser una niñata que no entiende de tiempo ni de reglas. Es más fácil saltarse los horarios y volver a casa cuando salga el sol. Es más fácil gastarte el dinero en cualquier antojo, ser caprichosa y patalear cuando van en tu contra. Que las dificultades se las lleven los demás a las espaldas, y tú solo tengas que preocuparte de lo mucho que pesa hoy tu bolso nuevo de marca. Ir por la calle con la cabeza alta y llamar la atención de aquellos idiotas que nunca estarán a tu altura. Beber en vasos del mejor cristal y comer en vajilla de porcelana china. ¿Por qué no? Cambiar cada día el look de tu armario, comer en los mejores restaurantes y pasar el tiempo que se te antoje fuera de casa.
Utilizar polos de Ralph Lauren, Lacoste, Dolce & Gabbana y Tommy Hilfiger. Colonias caras como Paco Rabanne. Ir cada mes a la peluquería para arreglarte el pelo y viajar todos los años a lugares diferentes de vacaciones, eso sí, en los mejores hoteles.