Amargura sació mis penas
lluvia inmensa en el universo
poesía dulce, que incesante,
destrona mi silencio.
Las mariposas ya no vuelan
en mi mundo de los sueños.
El dolor cortó sus alas
el filo del olvido,
mató sus esperanzas.
¿Y qué me queda?
Si después de todo
aprendimos a olvidar.
Mis ojos ya no lloran
solo reflejan soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario