Tengo el corazón partido en dos mitades. Pobre de mí, pues cada una de ellas grita un nombre distinto. Uno de ellos pertenece a la nostalgia, al pasado, al volver atrás... y la otra es parte de mi presente y tal vez de mi futuro...
Está claro que le haré caso a la mitad del presente, pero es jodido tener al lado a un fantasma que te recuerde una y otra vez su nombre y esa estúpida manía que tuve de quererle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario